miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sueño VI: El Último

Soñé con ojos oscuros. Ojos de un joven. Ojos que se detenían en un fenómeno como dos perros guardianes que se giran para acechar. Las pupilas inmantaban la extrañeza de quién intenta comprender. Miraban al otro lado, al otro lado del parque. Entre malezas oscuras, unos perros lamían sin miedo la sal de un charco.