jueves, 23 de abril de 2009

Visita al médico de cabecera

Cap de Salut

Me dijeron: "Siéntese allí y le llamarán por su apellido". Me senté. Detrás mío oía la voz de un viejo que le hablaba a una joven sentada a su lado. "He comprado hoy 2kg de naranjas en el mercado San Antoni a 1.99 el kilo"; Eh, -dijo ella- pero te vas a poner de naranjas hasta..." "Nooo- respondió el viejo- son pequeñas..." Ah, y más buenas entonces no?
Una mujer que apenas se sostenía en pie tomaba a su hija del brazo para arrancar el paso. El bastón en la otra mano. Un chico delgado pasó encendido al lado mío.
Fui porque tengo 35 años y tengo granos en la cara como si tuviera 15. No tengo ni el espíritu, ni la inocencia, ni la frescura, ni las ganas de esos años. Adolescente a los 35.
Una mujer mayor con la pierna derecha hinchada y vendada se sentó frente a mí; la venda dejaba ver la piel morada y lustrada por la presión. Un niño corrió con una venda en el ojo y un par de anteojos puestos. La doctora salía al pasillo a gritar apellidos como enfermedades y uno a uno se paraban los viejos con la vergüenza de estar enfermos.